Titulares

Cristo Yacente

El Santo Cristo yacente.

El Cristo Yacente de la Hermandad del Santo Entierro de Cádiz es una talla de una grandiosa calidad y una de las más antiguas que procesionan en nuestra ciudad.

En el 1624, estando al frente de la Hermandad el Hermano Mayor D. Heraldo de Pareja, se le encarga al toledano Francisco de Villegas la ejecución de la talla, en el siglo XVIII es restaurado por un grupo de genoveses afincados en Cádiz que dejan huella en la imagen, teniendo esta en la actualidad más rasgos genoveses que castellanos, aunque conserva la esencia de Villegas.

Según apunta el restaurador gaditano José Miguel Sanchez Peña, su autor debía de tener grandes conocimientos anatómicos, ya que al observar la talla se dan características muy concretas propias de un cuerpo sin vida.

Prácticamente sin tocar desde el  siglo XVIII, así ha llegado hasta nuestros día la imagen del yacente que cada Sábado Santo procesiona en su fantástica y elegante urna de plata. Un conjunto que resulta ser una de las grandes maravillas que se encuentra entre el patrimonio artístico e histórico de nuestra ciudad.

Ntra. Sra. de la Soledad

Ntra. Sra. de la Soledad en la actualidad

La imagen de la Virgen de la Soledad, es de autor desconocido y muy posiblemente se ejecutase en el siglo XVIII, aunque existe constancia de la devoción hacia la Virgen de mucho antes.

Debido a las restauraciones que ha sufrido la Virgen, muy poco queda de la imagen primitiva, la talla fue concebida con unas bellas manos entrelazadas, tal y como era habitual en las dolorosas gaditanas, que le fueron sustituidas por unas abiertas en el siglo XX, cuando el gaditano Láines Capote la restauró. Más tarde, la Virgen de la Soledad sería restaurada por uno de los mejores imagineros del siglo XX, Francisco Buiza, quien le tallase un nuevo juego de manos, en 1983 es restaurada de nuevo, esta vez sería el sevilla Luis Álvarez Duarte el encargado de esta tarea. La última restauración de la imagen fue en el año 2003, realizada por Francisco Javier Geraldía Capurro.

En tiempos pasadas, la imagen de la Señora de la Soledad gozó de una gran devoción entre el pueblo gaditano, tanto fue sus arraigo popular que el día 25 de Marzo de 1736, fiesta de la Anunciación de Nuestra Señora, se hace constar en Cabildo que "desde el día 23 de enero de 1681, la soberana efigie de la Soledad, era tenida por Patrona de la Ciudad por la epidemia de peste que padecía, por lo que van en procesión ambos cabildos a la Ermita de San Roque el día 25 de febrero, acordándose igualmente que el día de San Roque (16 de agosto) se haga mención de Nuestra Señora de la Soledad como Patrona y Abogada.